Hablaremos sobre la evolución del niño, existen diferentes autores que han hablando de este tema y se conocen diferentes ideas.
El valor que tenian los niños era diferente alrededor del siglo XVII, a los niños se les trataba con indiferencia y no les dejeban tener una infancia como tal, se les prohibia jugar a los que podían crecer ya que la mayoría no pasaban de los tres años, ya que no se les daba los cuidados.
Al pasar de los años se les uso como pequeños adultos que cargaban con trabajos, carecían de afecto y solos los niños nacidos en familias de dinero podían tener una educación para poder tener un trabajo digno.
El abate Berulle, fundador de una orden religiosa, la Congregación del Oratorio, afirmaba en el siglo XVII que la infancia es el estado más vil y más abyecto del hombre después de la muerte, y por ello el objetivo era sacar a los humanos de este estado tan pronto como fuera posible. Algunas creencias religiosas consideraban que la infancia era una etapa peligrosa, ya que habíamos nacido con el pecado original y se declaraba que solo mediante nuestras obras podíamos librarnos completamente de él.
Hoy, en cambio, los niños son un bien muy escaso. La vida de la gente en la sociedad occidental se ha complicado de tal manera que tener un niño es algo que altera la vida y constituye una decisión muy importante.
Antes los niños venían naturalmente y no había que tomar ninguna decisión; la sociedad estaba hecha para producir niños y lo raro era no tenerlos. Pero el descubrimiento de métodos anticonceptivos que permiten elegir el momento de la maternidad nos ha dado la posibilidad de decidir si tenemos y cuándo.
La sociedad actual está más orientada a producir y a consuir objetos y un niño complíca la producción y aumenta mucho el consumo.
Aries examina el papel del niño y la familia hasta el siglo XVIII y sostiene que en la sociedad medieval no existía el sentimiento de la infancia tal y como hoy lo conocemos y que los niños eran considerados como algo divertido que no se diferenciaba mucho de un animal.
Si el niño moría, cosa que sucedía muy a menudo en los primeros años, la famila podía sentirlo por no costituía un gran drama y pronto un nuevo hijo vendría a reemplazarlo.
Los hijos eran abundantes. y pocos llegaban a la edad adulta. El niño no salía de una especie de anonimato hasta que no alcanzaba una cierta edad. Pero a partir de un momento en que el niño ya no necesitaba de cuidados especiales entraba a formar parte de la sociedad de los adultos y se le empezaba a tratar como tal. Lo único que le diferenciaba de los adultos era que sus fuerzas eran menores y que no podían hacer una serie de cosas que estaban al alcance de los adultos.
La eduación de los niños era diferente según las distintas clases sociales. En la clase alta el contacto del niño con sus padres durante los primeros años era muy escasos y solía vivir con amas y criados que se ocupaban de él. Muchas veces los padres ni siquiera lo veían durante largos períodos de tiempo. Las relaciones afectivas eran frecuentemente muy escasas o casi inexistentes. En cambio, las clases bajas al niño convivía estrechamente con los adultos desde el nacimiento y también con los hermanos mayores que aveces se ocuapan de ellos.
La situación va cambiando lentamente y hacia el siglo XVII la actitud hacia el niño se ha hecho ya bastente distinta. Empieza a existir ese sentimiento de infancia más diferenciado y un mayor número de observaciones acerca de los niños.
Desde el renacimiento diversos autores se ocupan del problema de la educación de los niños, aunque frecuentemente sin señalar que esa educación deba ser diferente de la que utiliza con los adultos.
Los cambios sociales van a tener una influencia grande sobre la consideración de la infancia. La industrialización, la aglomeración en grandes ciudades, la introducción de la escolarización obligatoria para todos que se produce en el siglo XIX, van a cambiar mucho en papel de los niños.
Los progresos en la medicina, el descubrimiento de las fiebres puerperales, que a menudo llevaban a la muerte al niño y a la madre después del parto, la prevención de las infecciones, etc., Van a aumentar enormemente las posibilidades de supervivencia de los recien nacidos. Pero todavía se les atribuía tan poco valor que en inglaterra hasta el año 1815, no era delito robar a un niño, a no ser que estuviese vestido, en cuyo caso el delito se cometía respecto a la ropa. Al mismo tiempo, niños de siete, e incluso menos, eran ahorcados públicamente por delitos que hoy consideraríamos como irrelevantes como haber robado una falda o un par de botas.
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